Los masajes con esta piedra promueven el drenaje linfático, pues con el rodillo presionamos suavemente puntos de nuestro sistema linfático ayudando a que el exceso de líquidos fluya; si a veces amaneces con el rostro hinchado, amarás este gadget cosmético.
Asimismo, mejoramos la circulación sanguínea, ayudando a que los nutrientes lleguen a nuestro rostro a través del corriente sanguíneo, y relajamos los músculos de la cara, que suelen acumular tensión.
Por último, estos masajes mejoran la absorción de nuestros productos de belleza y los activos que estos contienen, dejando la piel con un aspecto más firme, jugoso y luminoso.
Modo de empleo
– Tu rodillo de cuarzo va en la nevera: el tacto frío es maravilloso para revitalizar tu piel.
– Aplícate tu sérum, crema o incluso tu mascarilla de tejido preferida.
– Desliza el rodillo grande por tu cuello en movimientos ascendentes.
– Pásalo por tu mandíbula de dentro hacia fuera, hasta llegar a las orejas.
– También en movimientos ascendentes, ahora deslízalo por la frente, desde el entrecejo hacia arriba.
– Ahora muy, muy suavemente por encima de tus ojos cerrados en dirección a tus sienes.
– Con el rodillo pequeño, desliza el roller desde el lagrimal a la sien para descongestionar esta zona tan delicada y propensa a las bolsas.
– Relájate. ¡Acabas de recibir todo un masaje profesional!
Propiedades terapéuticas
El cuarzo rosa se considera la piedra del corazón. Abre y fortalece el 4º chakra, conectando con el amor a uno mismo y el amor universal. Conecta con la paz interior y fomenta la realización personal. Es una piedra de sanación muy útil que permite liberar las emociones reprimidas en el corazón.
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